sábado, 13 de mayo de 2017

The end

Me siento en la oscuridad, esperando a que el monstruo de la negrura venga de una vez por todas a por mí, en vez de quedarse como cada noche en el vano de la puerta, atormentándome. Quiero que venga a por mí, y me mate rápido. Quiero que acabe con la espera, porque me aterroriza cada nocturnidad, vigilando. Acabemos con esta agonía de una vez. No hay refugio posible en ninguna parte, este es el fin.

Ya no hay una Isla Nutria cuando las cosas en el espacio no marchaban bien. Ya no quedan excusas posibles, no hay más palabras vacías, llegó en fin, se acabó la tinta. No hay más que rascar porque al final, la realidad, tan tangible, se mostró tal y como es. Fea. Gris. Apagada. No hay futuro para mí ahí fuera, donde siempre llueve y nunca luce el sol.

Me di cuenta hace poco. Y me han dicho que es el momento de que lo asuma. El último bastión ha caído y yo debo seguir con lo que queda de mi vida.

Me siento en la oscuridad, a esperarte. Tengo miedo, pero no hay más remedio. Es, en definitiva, el fin. El fin de las cosas en las que creía. El fin de mi existencia.

Y sigo esperando.


martes, 9 de mayo de 2017

Tengo un perro de Tíndalos

A veces me quedo pensando en por qué mi perro parece a ojos de los demás un monstruo salido de la cuarta dimensión, todo colmillos y garras. O por qué la gente mayor con perros que muerden (pequeños pero matones), intentan echarle agua bendita a mi perro, como si fuera un perro de Tíndalos....

Realmente los más pequeños son los más agresivos y no sería la primera vez que una de esas mierdecillas ataca al perro, porque sí, porque se le ha girado la pinza y ya. Se anda con mucho ojo con esos perros porque son muy peligrosos. Pero la gente mayor los lleva como si nada. Y, sin embargo, cuando yo voy con el mío por la calle, se crea un caos general, que me hace rechinar los dientes.

A veces me dan ganas de coger al perro en brazos cada vez que se acerca uno pequeño, porque a veces me da miedo que le hagan daño de verdad. Y claro, la cara del veterinario sería épica cuando le expliques que tu perro de treinta kilos ha sido herido de gravedad por uno que no supera los diez.

Pero es que la gente es así de estúpida. Solo porque son pequeños asumen que son inofensivos. Y, la verdad, al próximo ataque, creo que me liaré a palabras con el/la dueño/a, de que debería ponerle un bozal a su perro porque está claro que es peligroso.

Señora, vigile a ese perro del demonio. 

domingo, 7 de mayo de 2017

Miau

Estamos pensando en adoptar un gato. Negro como la pez. Y se llamará Lucifer (ya te puedes sonrojar si quieres). Estamos muy nerviosos porque tampoco sabemos si lo haremos bien. Como eso que comentábamos el otro día de tener próximamente hijos. De aquí a un año. ¿Realmente me siento preparada para tener hijos? Uf, no me termino de ver como madre...

¿Pensaría mi madre lo mismo cuando iba a tenernos a los tres?

Mi hermana no deja de decir que saldrán gemelos. Y dice que se llamarán I y Makore. El primero no lo desvelo porque es obvio. Pero me gusta Makore. Solo que si es niño, se llamará Felipe. Porque me gusta como suena el nombre. Además, en el registro no creo que me dejen llamarlo Makore. Aunque ya hay niños con nombres más raros por el mundo, como Lobo. Ese odiará a sus padres cuando llegue al colegio y todos se burlen de él y en cuanto tenga los dieciocho, se lo cambiará y se distanciará de los locos de sus padres. Pot ti.


Qué locura de día.