Terrible momento para ponerme mala. Aunque creo que cualquier momento es terrible para ponerse malo. Todo empezó con una maldita faringitis de esas que te dejan afónico perdido, que casi no podía ni tragar de lo mucho, mucho que me dolía la garganta, viviendo a base de lizipaina y frenadol... hasta que una mañana me levanté casi sin dolor... pero con fiebre, tos y muchos mocos. La faringitis ascendiendo y convirtiéndose en un terrible catarro.
No podía pensar con claridad, no podía hacer nada y me sentía muy débil, lo cual me ha fastidiado bastante porque el trabajo se ha ido acumulando y no he podido publicar cuando quería los relatos de Halloween.
¡Por cierto, feliz Halloween!
Pero bueno, poco a poco parece que la tormenta de gérmenes se está pasando, así que a lo mejor la semana que viene vuelvo a ser yo misma. ¡Justo a tiempo para el NaNowrimo! Muchas ganas de empezar como cada año, pero luego estaré llorando por los rincones porque escribir es una pesadilla terrible jaja