Hace cosa de un año o así, por estas fechas, volvía a tener los famosos picos de ansiedad de los que creía que me había librado. Y me cogió por sorpresa. Fue tan desagradable volver a sentir que me despertaba como si estuvieran a punto de apuñalarme que no fui capaz de hacer frente a nada ese día. Ni al siguiente. Ni al siguiente.
Ya hace un año de eso y sigo en las mismas. Sigo despertándome con un pico de cortisol tan alto que a veces me mareo porque soy incapaz de respirar. Es absurdo pero parece que va a ser así hasta que mi cerebro (el estúpido de mi cerebro) decida que no somos cainitas en peligro. Leches. Ni siquiera sabía qué puñetas era el cortisol hasta que me lo explicaron en la consulta y de por qué me pasa lo que me pasa y por qué no puedo hacer mucho (además de técnicas de respiración y mindfullnes y drogas, drogas chachis).
Así que, ya ves. Por lo visto soy un cainita diurno y hay alguien que disfruta viéndome sufrir. Maybe sea la sombra del pasillo, maybe los fantasmas de la casa. En cualquier caso, creo que aprendo lentamente a llevarlo. Días que sí, días que no. Pero estamos en ello. Porque sea lo que sea, ha venido para quedarse.
En fin, este post no es depresión total. En realidad soy yo desahogándome porque me siento un poco frustrada por tener ansiedad. Pero al margen de eso, estoy bien ^^
Gracias por leer :D