Me he despistado un poco con este post y al final nos hemos metido en Febrero de cabeza. Un mes de 28 días en los que voy a tener que seguir escribiendo como una descosida porque esa famosa novelette está alcanzando cotas inesperadas. Voy a dejar de llorar (en la llorería xD) y a aceptar que se me ha ido de las manos, que no sé escribir nada corto y que a ver qué sale al final de todo esto.
Sigo empecinada en que estoy en la recta final y ahora, como hace un mes, estoy convencida de que para finales de Febrero lo termine. Ya nos veremos las caras para entonces jejejeje
Al margen de eso, Enero ha sido bastante chill... si quitamos el catarro que acabé cogiendo y que me duró dos semanas. Parece que es temporada de ponerse enfermito, porque todos los de mi alrededor están igual y cuando lo hablo con las demás personitas me dicen lo mismo. Que este o aquel está igual o que esa misma persona hace poco que lo pasó. En vez de amor, en el aire lo que hay son rinovirus. Creo. Mi madre dice que ya no hay coronavirus, solo gripe. Aunque no sé en qué tono lo dice. Pillar tonos no es lo mío.
Espero que Febrero se presente chill a pesar de que tengo un par de eventos que me ponen nerviooooosaaaa (si has pillado eso último, give me five!).
Gracias por escuchar, muchachos. Y ahora, algo de música (si has pillado esto también, chócala de modo legen...)
(...dario)
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¡Huy! Una abeja.