O, lo que viene a ser lo mismo, garabatos.
Desde siempre me ha gustado mucho dibujar, lo que pasa es que me gasté más px en escribir, que es una de las cosas con las que más disfruto. Claro que no me puedo relajar escribiendo porque es mi curro, ¿sabes? Escribir cosas fancys hace que se me dispare el pulso así como no poder desconectar propiamente dicho por otros temas que no vienen a cuento.
Así que hablando con Nona me dijo que podía probar algo nuevo y que le dedicara unos minutos al día, que tampoco tenía que ser mucho tiempo (esto venía porque sentía que la rutina se convertía en monotonía) y mira, funciona. Me chiflan los doodles absurdos y hacer una hoja entera de estrellas y luego pintarla durante... un rato. 20 minutos o en los descansos de los pomodoros.
Eso sí, me pregunto cuánto me durará el entusiasmo porque tiendo a olvidar las cosas que me gustan.
En serio.
Suena superabsurdo pero es verdad.