Llevo unos días que me está costando mucho centrarme en la escribición. Estoy en un punto algo delicado del proyecto #chico y las interrupciones están a la orden del día, lo que no me deja entrar en ese famoso estado de flujo donde eres uno con las palabras. Es terrible porque siento que cuando me estoy adentrando en el mundillo, cuando por fin estoy consiguiendo cruzar el Velo, pasa algo que me obliga a volver a Arcadia y prestar atención a lo que está pasando.
Llevo unos días frustrada porque cuando estoy ahí, en el wu-wei, cabalgando la ola, me caigo de la tabla. Y ahora acabo de caer que quizá deba hacer un cambio de mindset y aceptar que me van a interrumpir, que no voy a poder escribir de una como antes. Supongo que al final lo importante es escribirlo y ya disfrutarlo al día siguiente, cuando relea todo lo que escribí o me acabaré quemando.
Y entonces sí que no escribiré nada. Chica, a veces pasa. Solo espero que sea temporal y no para siempre. Vaya, que no se convierta en una costumbre :(
Enero empieza así de interesante. Veremos qué tal febrero (ese mes me da pánico ya).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Huy! Una abeja.