Je, pues ayer me di cuenta de que no solo seguía en la madriguera sino que no tenía intención de salir del fondo del pozo de los baali (cada semana encuentro una forma nueva de llamar a este dolor). Sin embargo, como suele pasar con estas cosas, si te dejas vencer una y otra vez se acaba haciendo más fuerte, normalizando el dolor en tu día a día y al final no sabes qué ha pasado pero el tiempo corre y tú eres una croqueta.
Solo llevo un día y medio poniendo mucho esfuerzo por conseguir pequeñas cosas, mini-tasks que no me llevan mucho esfuerzo mientras intento ignorar el creciente pánico que crece dentro de mí y que no tengo ni idea de a qué viene tanto revuelo.
A saber. Maybe sea cosa de la estación. Creo que el año anterior, por estas fechas, también me suele dar el bajón. Como si de tanto esforzarme mes tras mes acabara conmigo agotada a medio año, sin saber si seguir o si valdrá la pena.
Welp, al menos, aún puedo escribir poesía. Estaba preocupada porque llevaba un par de días que ni eso me gustaba. Siempre hay miedo de que los monstruos de abajo del todo del pozo te agarren y no te dejen subir la escalera llena de fango (que resbala y por eso hay que subir con cuidado).
Ayer escribí algo. Os dejo con eso.
🐟
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¡Huy! Una abeja.