lunes, 17 de marzo de 2014

Un día menos

A veces tienes que cargarte de paciencia para pasar de un plácido domingo a un lunes que te da mucha rabia. Porque los lunes tienen esa peculiar característica de querer torcerse, porque sí, porque ellos lo valen. Entonces ves que aún te quedan cuatro madrugones más para llegar al plácido fin de semana y te armas de valor y dices:

"Vamos allá".