A veces siento que si me caigo luego no seré capaz de volver a levantarme, que mantener el nivel de buenas actitudes y buenos hábitos es arduo y cada vez más difícil. Y muchas veces no me ayuda cuando siento el reproche justo encima de mí, como si una no tuviera ya bastante con su propia carga... No sé... A veces ni siquiera es por decisión mía, sino porque las cosas no salen. Y ves que a los demá sí. Entonces te empiezas a preguntar qué has hecho para no poder llegar hasta ahí, que es lo que más quieres y que crees que te hará feliz. Sería tremendamente gracioso llegar (si es que llegamos) a esa meta tan ansiada para descubrir, con un chaco de realidad, que no es lo que nos hará felices. Al mismo tiempo y para no pensar demasiado en ello, llenamos nuestros días con un montón de obligaciones y actividades que a veces... me pregunto si realmente me gustan o solo lo hago en piloto automático. Si me paro ahora... ¿querré seguir con lo que estoy haciendo o dejaré un montón de cosas sin terminar, porqueme daré cuenta de que ya no quiero seguir? Supongo que no lo llegaré a saber porque no quiero detenerme. Intuyo que si lo hago, nada bueno va a pasar. ¿Otro post depre? Pues me temo que sí. Parece que el primer trimestre del año lo voy a pasar alicaída... Huh...
