miércoles, 12 de julio de 2023

Maratones de lectura

 No sé si será el verano y la costumbre que adquirí cuando estudiaba... pero es llegar el calor y encerrarme a leer como una cosaca. Devorar los libros de dos en dos. Es todo lo que me apetece hacer. Con eso me he vuelto un poco más antisocial, que no me apetece hablar con nadie ni quedar con nadie. Y si lo hago, que sea para leer juntos o para hablar de libros. Es como si volviera a tener dieciséis años. Si quisiera, podría volver a leerme en una semana la saga de Harry Potter. Claro que... entonces no existiría para nadie, ja, ja. 

Mandarían al scotland yard a buscar mis restos descuartizados por toda Nothamhamshire... O como diablos se escriba xD

Pero que ganas... De Harry Potter no sé, pero de devorar la trilogía de Corazón de tinta, pues un rato, sí... Hummm...



domingo, 9 de julio de 2023

Derrame de tinta

 Uno de mis pequeños placeres es escribir con pluma estilográfica. Tengo una que va finísima, que coge la tinta del cartucho en seguida... claro que necesita cartuchos de una medida concreta. Cierto es que, cuando hice el pedido en Amazon, creí que sería adecuado, pero el tope no llega bien para el canal de tinta. Más o menos lo tengo apañado para que funcione... pero ese no es el punto.

El punto es que el otro día, haciendo journaling en una cafetería, la tinta se salió a mares Dios sabe por dónde y me puse los dedos... Madre mía, parecía que el mismísimo John Silver me había hecho entrega de la marca negra... Menos mal que nadie se dio cuenta y de que el lavabo estaba cerca. Lo pasé tan mal... Ojalá no me vuelva a pasar...

Que... corte... >/////////<




domingo, 2 de julio de 2023

De lavadoras va el asunto

La semana pasada se nos estropeó la lavadora... bueno, la lavadora. La manguera que conecta la toma del agua con el aparato. Una fiesta. Nos dimos cuenta tarde, cuando misteriosos charcos de agua aparecían al lado de la puerta de la cocina (porque el agua hacia un recorrido particular). Así que una noche moví la lavadora, pensando que no sería muy terrible. Vaya, terrible no era. Simplemente, la manguera vieja (tendría un porrón de años porque en su momento, cuando cambiamos el electrodoméstico, yo sin herramientas de bien, no pude cambiarlo y lo dejé tal cual, ja, ja) tenía una fuga. 

Cojo los alicates e intento desenroscar. Y no hubo manera. No podía y no salía de mi estupor al ver que no podía. 

Lavadora 1 - Moi 0. 

Al día siguiente llamamos al seguro de hogar, que para algo lo estamos pagando. La chica nos dijo que hasta mañana (llamamos a las ocho de la mañana) no podría pasar el fontanero. A punto de que me diera un ataque de historia, acepté las condiciones. "Bueno, viene mañana. Solo 24h más". Todo y con eso, lo volví a intentar, pero no hubo forma.

Lavadora 2 - Moi 0.

Viene el fontanero. Mira la lavadora y nos dice, tan pancho:
-No puedo hacer nada. Bueno, os llamarán en unos 10 minutos. Ciao.
¿Cómo que Ciao? ¿Tan grave es? ¿Vamos a tener que comprar piezas? Mundo encima. No nos llama nadie. Llamo más tarde. La chica que me atendió me dice que aparece registrado que sí que nos han llamado. Vaya, vaya... Así que la moza, muy maja ella, nos dice que el seguro no cumbre el cambio de la manguera. 
-Ya cuando arregléis eso, llamad para reparar la puerta de la cocina, que eso sí os lo cubre el seguro.
"¿Cómo que ya cuando lo arreglemos? ¡Señora! ¡Neceisto un fontanero!"
-Ehm... ¿y no podéis mandarnos un técnico?
-Oh, ¿necesitáis uno? No hay problema.
"Moza... S'il te plaît...".
-Mañana pasará el técnico y hoy se pondrán en contacto contigo para acordar la hora.
- ¿No puede ser antes?
-No, lo siento.

Lavadora 3 - Moi 0

A la tarde, me voy a un todo a 100 y compro una llave inglesa regulable. Es absurdo, me digo. Solo hay que quitar una manguera. Es fácil si tienes las herramientas adecuadas. Si lo consigo, les llamo y les pido disculpas por las molestias.
No funcionó. Necesitaba un pico de gallo (una especie de llave inglesa con rugosidad por dentro para que no patine) no una llave inglesa. Me enteré al día siguiente, hablando con mi madre, después de contarle el percal.

Lavadora 4 - Yo 0

Así que viene el fontanero. Le explico el percal.. y en 20 minutos, nos lo arregla. ¿Con qué? Con un pico de gallo.

Lavadora 4 - Yo 1

-Son 58,65.

Lavadora 5 - Yo 1

Moraleja: Preguntadle a vuestras madres qué necesitáis para arreglar lo que se rompe en casa. 
Por lo menos, hemos dejado de tener goteras y ya no hay más charcos. Eso sí, ahora somos un poco más pobres, jajajajaja