miércoles, 30 de octubre de 2013

Días de lluvia

Caracol, col, col, saca tus cuernos y ven al sol ♪


lunes, 28 de octubre de 2013

Tortugas y caracoles

Cuanta más prisa tengas, más lentas irán las cosas. Y eso será así hasta el fin del mundo y más allá.


viernes, 25 de octubre de 2013

Comida para zombies

No hablo con idiotas.

Al menos, eso es lo que debería sacar en claro después de toda la tontería de la lobotomizada. Que por un estúpido papel secundario en una obra de teatro que es más bien un apoyo para examinarnos de canciones infantiles me las hayas hecho pasar putas, es para flipar.

Creo que ya dejaste bien claro que eres idiota, desde el primer momento. Pero de ahí a hacerte arrancar parte del cerebro por una estúpida ideología política, hey, aquí hay algo que falla, ¿no?

Osea, conmigo no cuentes en futuros grupos. Conmigo no cuentes para hacerte el trabajo sucio. Conmigo no cuentes para traducirte tu trocito triste de frase que tienes que decir. Y a la próxima, olvídame en la parte de redactar, porque quedas como una traidora, una chiquilluela y, por supuesto (y mi término favorito con el que me referiré hacia ti para y por siempre), una lobotomizada.

Oveja en un redil, con medio cerebro dado de comer a unos insensibles zombies. Beeeeee.

Que te vaya bonito, idiota.

Raw, raw, raw, comida, comida.

miércoles, 23 de octubre de 2013

Arde, arde, arde

Espero que el calor que siento sea el sol y no cosa del hipotálamo, porque no estoy para quedarme en casa, guardando cama como quien dice.


lunes, 21 de octubre de 2013

Lo escribirás tú

La testarudez es una de esas cosas que, en determinados asuntos, me sobrecarga. Y es que no lo podía decir en serio, ¿no?


viernes, 18 de octubre de 2013

Plop, plop, plop...

Me gustan los días de lluvia. No porque los zombies se vayan a refugiar (porque no lo hacen), si no por el repiqueteo de la lluvia en la arena, en la nieve, en el tejado de madera. Me gustan los días de lluvia porque parece que sea un intento de limpiar la tierra. Me gustan los días de lluvia porque los creepers se ponen muy filosóficos.

Me gustan los días de lluvia.

Y tal vez volar aquel puente no fue tan buena estrategia después de todo.


miércoles, 16 de octubre de 2013

Chapuzón

A veces, la antipatía es una de esas cosas que no puedo soportar. Y menos aún de las personas hipócritas. Osea, espero no verte nunca haciendo lo contrario de lo que dijiste ni mucho menos enarbolando el "compañerismo", Key. Espero que no.

Por otro lado, tengo ganas de que llegue el viernes de una vez, mañana otro examen y me han dado un motivo más para no ir al espacio.

Y, jopé, como echo de menos las aguas fresquitas de A.

Qué zen

lunes, 14 de octubre de 2013

De atlantianos

Hoy no sé qué poner...

Excepto eso que dijo James el otro día, delante de un café y compañía dulce.

El poder de abrir la nevera y fijarme en las cosas.

Es un superpoder envidiable, sobre todo para las personas despistadas.

No es una alergia,
no es un ojo,
no era kriptonita.

Vamos, un día de lo más normal.

Que no me olvido

viernes, 11 de octubre de 2013

Arena, arena, arena.

Se nota que es viernes. Está lloviendo, he terminado con mi primer examen y no tengo prisa por terminar más de un tema.

Y llevo algo dentro que tal tuve que haber sacado el miércoles...

Contemplaba, desde una azotea, la vida pasar. En silencio y con una sonrisa oculta, contemplaba como llegaba su destino con pasos pesados. Arena. Ojalá que el viento no se la lleve. Él se situó a su lado, desenfundando las katanas, contemplando al monstruo pasar, grande y con demasiados miembros para contarlos sin contar. Ruprecht la miró, como queriendo decir "¿Qué? ¿Vamos?". Sam olía su impaciencia, pero no iba a ser fácil. Ambos estaban asustados por mucho que se empeñaran en negarlo.

Y dio el paso.

Un paso al vacío y un abrazo de este. Abajo, y cada vez más rápido. Ruprecht se deslizó fachada abajo, corriendo como una liebre por las cristaleras, ágil como un ratón, pero tanto miedo. Salto, un empujón, Sam aterrizó sobre el monstruo y recogió, de paso, a un emocionado Ruprecht.

Arena. Espero que el viento no se la lleve.

Retazos de sangre. Retazos de una caída. Trozos y oquedades de un grito.

Arena. Espero que el viento no se la lleve.

Retazos de una caída.

Espero.

Que el viento.

No se la lleve.

Arena.

No es exactamente lo que tenía en mente. Para ser franca, lo que tengo en mente nunca me sale como quiero. No sé por qué, pero creo que siempre voy a ser completamente incapaz de intentar plasmar literalmente lo que se me ocurre.

La, laaaa, la, laaaaa, lalalala ♪

Life is good.


miércoles, 9 de octubre de 2013

Del montón

Aún me acuerdo cuando en casa de aquel amigo jugué con sus hombres de acción (copias de copias), simulando una traición, matando al que le puse el nombre de Jimmy. Seamos francos, ese nombre está hecho para que el personaje de pena, para que se arrastre a lo largo de la historia, suplicando por un poco de morfina, o para que alguien esté suplicando por él en plan No te mueras, Jimmy.

El caso es que Jimmy se murió por la punta de un arpón. Ahí, directamente a su pecho, clavada hasta el fondo. En su momento me pareció absurdo. Y ahora me parece un objeto de estudio interesante sobre mi infancia. O lo que pretendía ser mi infancia tardía (porque, siendo francos -esta vez no hago el chiste-, aún no la he terminado).

Otro caso arrastró a mi hermana. El típico verano de construir el castillo de los clics (playmóvil), con sus personajes preferidos y los míos, con sus caballeros seductores y con unos villanos refunfuñones. Esa noche de constantes venganzas y de amaneceres heridos. De una especie de arquero que hería a alguien o que él mismo era herido y que el jovencillo aprendiz al que tenía bajo su tutela decidía vengarse del otro, y así sucesivamente. Me acuerdo, sobre todo, de que el hecho de clavar un puñal (o una espada) en la noche, los sonidos de gemidos de dolor que generábamos, absortas en la típica trama eran lo mejor de todo. Aunque creo que exageramos demasiado el asunto.

Y ya, saliéndose mucho tema, no mencionemos lo de la radio. Qué obsesión más banal.

Pero, volviendo a Jimmy, creo que era uno de mis nombres predilectos para terminar acabando torturando o asesinando de forma lenta y dolorosa al portador del susodicho nombre. Ahora no me atrevería, porque me daría hilaridad o algo semejante. Ahora sencillamente dejaría que los personajes hicieran por su propia cuenta, que se quisieran, se mataran, se odiaran o sencillamente existieran todos en una misma hoja de papel. Eso para los textos serios.

Pero cuando se trata de que S. se vengue malamente de D. porque D. hizo algo involuntario y por culpa de R., ahí no hay personaje propio que valga. Ahí intervienen los intereses propios, los quiero que pase esto y buscaré la manera de que quede natural. Porque D. siempre tiene que sufrir por algo. No es el caso de M. Eso es más complicado porque lo lleva en los genes.

Tal vez debería aventurarme con Jimmy. Tal vez debería reproducir lo que aquella tarde de verano sosa decidí hacer para entretenerme y otorgarme ese pequeño placer del ¡No, Jimmy, no! A lo mejor lo escribo, no lo sé. 

Pobre Jimmy, ¿no?


lunes, 7 de octubre de 2013

Hasta morir y más allá


Ya te conquistaré yo,
bajo una tronada de lluvia,
y luego,
saltaremos los dos al vacío.

¡Ay! Soy un zombie sin cerebro,
viajeros nocturnos,
de las bonitas cavernas.

¡Ay, ay, ay! Soy un zombie,
sin cerebro
ni corazón.

La lluvia no me moja,
la espada no me hiere,
pero el sol me quema.

viernes, 4 de octubre de 2013

¿Mister qué?

Buff.... Últimamente llevo unos días que se pueden llamar "normales" para el resto del mundo pero que a mí me llevan un poco con el agua al cuello. Siempre nos quedará Daft Punk ♥

El caso es que ya me han puesto mi primer examen y estoy (en serio) pegando botes de alegría porque ya nos estamos examinando de lo que yo llamo Historia (M4). Ya se me pasará... espero. Tengo la garganta hecha un cisco (y no, no es de gritar) porque me estoy incubando algo, para variar.

De paso, me estoy volviendo más infantil cuanto más tiempo paso en clase. Es en plan que cantar canciones infantiles y jugar y aprender más sobre la mente (y alimentación y tal) de los niños, me está poniendo a su altura. No sé cómo diantres me aguanta James, ja, ja, ja. No me aguanta. Y punto.

Que lo de Degra lo tengo un poco dejado de lado... Pero es que a Dobby no hay quién lo aguanta. Seamos francos (necesitamos más pantanos...), si Shad no lo ha partido ya por la mitad, es porque tiene una voluntad envidiable. De verdad que sí.

¡Eh!


We're up all night to get lucky ♪

Que podría ser peor. Podría volver con petit Joan. Jajajaja. No.

miércoles, 2 de octubre de 2013

¿Boom?

Hay días aburridos y otros que como no te des prisa se escapan. Creo que los minecraftianos son un poco del segundo caso. En un momento estás buscando alimento y al instante siguiente, ¡bum!, huyendo de los creepers. Que vida esta.