Misterios

A veces no entiendo como puedes ser tan cafre. Cuando te comparto citas de los libros que me voy leyendo que creo que pueden ser interesantes, lees por encima, me contestas a algo que no tiene que ver... y hasta parece que de lo deprisa que te lo has querido leer no has entendido ni la mitad.

Yo me pregunto... ¿Es porque no te interesa de verdad y quieres ser educado o es que como o comulga con tu forma de pensar no te interesa?

Supongo que son cosas que nunca sabremos...

Trabajando en ello

Mayo está siendo un mes con mucho trabajo. Tanto que a veces me despisto y se me olvida actualizar o directamente hacer journal (como dicen los jóvenes de hoy en día). Mayo está siendo justamente el mes complicado que esperaba que fuera, aunque para esta semana esperaba que las cosas se tranquilizaran un poco, porque tengo demasiados capítulos atrasados por editar.

En general, la primera lectura de #Wampyr me está gustando. Tengo que dejar de pensar que todo lo que escribo no vale para nada y que debería dedicarme a otra cosa. Estoy tremendamente impaciente por terminar la segunda edición y que las betas me den el visot bueno en cada capítulo para poder publicarlo de una vez.

Al margen de eso, a este mes le queda un suspiro. Y ya, de repente, junio.

Cuanto más creces, más prisa tiene el tiempo por pasar. Vaya lata, ¿no?

Quejica... ¿por naturaleza?

He redactado ya este post como cuatro veces, sin tener demasiado claro qué decir y solo sintiendo la vorágine del dolor dentro de mí, al saber no solo que nunca jamás de los jamases del País Nunca Jamás que no me estoy esforzando lo suficiente, sino que además soy una egocéntrica que solo piensa en sí misma.

Es raro cuando el mundo interior y el exterior coinciden. Por mucho que la psycho me diga que juzgue y piense todo lo que me digo, no se puede hacer nada cuando tu pensamiento y lo que te dicen coincide.

Vaya. ¿Este es un post deprimente? Efectivamente. Intentaré estar de mejor humor para el siguiente, chicos, que a veces la vida ya es bastante dura para estar oyendo a... Ja, ja, ja, ja... Una Quejica.

Srry.

Cinco minutos

No entiendo el cerebro humano. O, al menos, el mío. Leí hace mucho tiempo que la resistencia que sentimos cuando tenemos que hacer alguna tarea tediosa (que no nos causa placer, vaya) el cerebro decide ponerse en modo ahorro energético y busca mil excusas para no hacerlo. Y entonces procastinamos. Pero el mío lo lleva a niveles épicos. 

De decir... mejor miramos memes antes que escribir una carta. Suena a plan. Estás ahí, evitando tanto como puedes hacer algo relativamente sencillo, pensando que va a ser horrible, porque te vas a quedar en blanco o no sabrás que decir... Y luego, cuando semanas más tarde lo haces, descubres que no fue para tanto. Y la sensación de ser una idiota se multiplica por ocho.

Descubrí también, con eso del ahorro energético cerebral, un truco que funciona la mayoría de las veces. 

La teoría de los cinco minutos. Cuando hay algo que estoy evitando hacer, pongo el temporizador cinco minutos. Y me prometo a mí misma que solo haré esos cinco minutos. Pero si cuando suene la alarma quiero seguir, avanti. Pongamos 20 minutos más (soy de pomodoros) y sigamos. Pero si cuando suene la alarma solo quiero parar, paro. Curiosamente, la mayoría de las veces acabo diciendo "Sí, sí, 20 minutos más", y me enfrasco. A veces me enfrasco tanto que se me va el tiempo y se me hace tarde para otras tareas y trabajos diversos.

Mi cerebro a veces es idiota. Porque podríamos llegar muy lejos si no fuera por el ahorro energético. Y digo yo, ¿para que la quieres? No somos filósofos ni ingenieros... No necesitamos ahorrar tanto... ¿Ño?

Huh...