miércoles, 7 de mayo de 2014

Sarcasmo

Las chuletas en mi clase son lo más habitual del mundo. Prácticamente la mitad las lleva, con orgullo, como si fuera una gran medalla ganada sin ningún tipo de esfuerzo. Lo interesante del asunto es que luego hay gente (para ser más precisos, una compañera que va de diva por la vida), que se queja de que parece que a los profesores les hayan dado "el título en una tómbola". Pocas serán las que quieren hacer magisterio. Pero esas pocas, seguramente vayan con chuletas.

Irónico, ¿no?