sábado, 13 de mayo de 2017

The end

Me siento en la oscuridad, esperando a que el monstruo de la negrura venga de una vez por todas a por mí, en vez de quedarse como cada noche en el vano de la puerta, atormentándome. Quiero que venga a por mí, y me mate rápido. Quiero que acabe con la espera, porque me aterroriza cada nocturnidad, vigilando. Acabemos con esta agonía de una vez. No hay refugio posible en ninguna parte, este es el fin.

Ya no hay una Isla Nutria cuando las cosas en el espacio no marchaban bien. Ya no quedan excusas posibles, no hay más palabras vacías, llegó en fin, se acabó la tinta. No hay más que rascar porque al final, la realidad, tan tangible, se mostró tal y como es. Fea. Gris. Apagada. No hay futuro para mí ahí fuera, donde siempre llueve y nunca luce el sol.

Me di cuenta hace poco. Y me han dicho que es el momento de que lo asuma. El último bastión ha caído y yo debo seguir con lo que queda de mi vida.

Me siento en la oscuridad, a esperarte. Tengo miedo, pero no hay más remedio. Es, en definitiva, el fin. El fin de las cosas en las que creía. El fin de mi existencia.

Y sigo esperando.