viernes, 25 de octubre de 2013

Comida para zombies

No hablo con idiotas.

Al menos, eso es lo que debería sacar en claro después de toda la tontería de la lobotomizada. Que por un estúpido papel secundario en una obra de teatro que es más bien un apoyo para examinarnos de canciones infantiles me las hayas hecho pasar putas, es para flipar.

Creo que ya dejaste bien claro que eres idiota, desde el primer momento. Pero de ahí a hacerte arrancar parte del cerebro por una estúpida ideología política, hey, aquí hay algo que falla, ¿no?

Osea, conmigo no cuentes en futuros grupos. Conmigo no cuentes para hacerte el trabajo sucio. Conmigo no cuentes para traducirte tu trocito triste de frase que tienes que decir. Y a la próxima, olvídame en la parte de redactar, porque quedas como una traidora, una chiquilluela y, por supuesto (y mi término favorito con el que me referiré hacia ti para y por siempre), una lobotomizada.

Oveja en un redil, con medio cerebro dado de comer a unos insensibles zombies. Beeeeee.

Que te vaya bonito, idiota.

Raw, raw, raw, comida, comida.