viernes, 18 de octubre de 2013

Plop, plop, plop...

Me gustan los días de lluvia. No porque los zombies se vayan a refugiar (porque no lo hacen), si no por el repiqueteo de la lluvia en la arena, en la nieve, en el tejado de madera. Me gustan los días de lluvia porque parece que sea un intento de limpiar la tierra. Me gustan los días de lluvia porque los creepers se ponen muy filosóficos.

Me gustan los días de lluvia.

Y tal vez volar aquel puente no fue tan buena estrategia después de todo.