lunes, 28 de abril de 2014

Lunes, ¿por qué existes?

¡¡Lunes!! ¡¡Otra vez!!

Menudo trauma arrastro con estos principios de semana. Los psicólogos se podrían forrar a mi costa, pero no les dejo, mua, ja, ja, ja, ja...

A veces me habré preguntado que pasa con la gente que, de un día para otro, cierran el blog y desaparecen, que no se molestan en dejar una nota de suicidio, ni una explicación, ni nada... y si eres alguien que le gustaba mucho leerlo, te quedas con la sensación fría del abandono recorriéndote el cuerpo, al tiempo que te sientes traicionado porque se han olvidado de ti.

Esa sensación de estupidez, de pensar "pero yo te quería"... y luego tener que asumir que ya no volverás a verlo/verla nunca más. Porque esa persona decidió, egoístamente, que se acabó y que le dieran a todos. Auch.

Me ha pasado con más de dos blogs y es una sensación que escuece (sobre todo si... es de relatos... y te molan mucho... *snif*).

Siendo lunes otra vez, tengo algo importante que decir: No todos los días tienes la oportunidad de comerte un granizado de limón. Sobre todo en primavera.