martes, 2 de septiembre de 2014

Destrucción con mucho amor

Me he dado cuenta de que cuanto más cerca está mi cumpleaños (¡cumplemuerte!), más destructiva me vuelvo. En el buen sentido de la palabra, claro. Echando a un lado a los aguafiestas de los descerebrados, es importante saber que ya he encargado un montón de TNT, dinamita y C4 para volar lo que se me antoje. Ja, ja, ja, ja, que más quisiera vamos. Que lo que probablemente haga sea algo más distinto de lo que estoy pensando, pero eso ya es otro tema.

A propósito del pescado, ya solo quedan 17 días para el infierno. Miau.

+Sálvame, sálvame...
-¿¡Qué?!
+¡¡SÁLVAME!!

En fin...

¡¡Sálvese quien pueda!!
Por otro lado, ya hay ganas de que termine el verano porque es difícil concentrarse en cosas interesantes con este calor (y más aún si tienes que vendarte los dedos como una momia, snif). ¿Y en serio me va a dar tiempo a leer tanto en solo cuatro meses cuando quiero estudiar todos los días cuando empiecen las clases?

Creo que la llevo un poco más que clara. ¡Ja!

Si él pudo, yo también
Rata de bibliotecaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aaaaaa la vissssssssstaaaaaaaaaaaaaa.

¡¡Pon un descerebrado en tu vida!! No, en serio. Hazlo. Do it!