miércoles, 3 de septiembre de 2014

Robando cubos

Adoro dibujar. Y sé que no es algo nuevo. Pero últimamente, cuando me estreso o no me encuentro bien (o sencillamente me aburro), dibujar es una de esas cosas que va bien para pensar (¡como el tetris!). Solo que, en función de lo que dibuje, puede sentar bien o mal a un determinado grupo de gente...

Ujum, recordemos la removida del gallinero por esta obra de arte:

Se vieron en el espejo y no soportaron la realidad
Que por cierto, en acuarela quedó bastante mono, ja, ja, ja...



Sigo pensando lo mismo. Por no hablar de la revolución que hubo por esto:


Ja, ja, ja, ja. Será que la persona en cuestión solo tiene mierda por cerebro. Je. Por cierto, es un dibujo que me gustaría tener en mi cuaderno, así que a ver si un día de estos me animo y lo plasmo. Un dibujo para pasar a la posterioridad, ja, ja, ja.

Hablando de cosas más serias (¡si esto no es serio!) la reina de las descerebradas se ha hecho un nuevo peinado y lo va luciendo por ahí en plan ¡soy sexy! Por favor, no creo que nadie se acostara con ella ni aunque fuese la última mujer de la tierra. Tiene un aspecto muy aniñado y, cuando la conoces, es una vieja bruja, arpía, capitana de las gallinas. ¡Je!

Y si no, que le pregunten a alguien que yo me sé.

¿Uhm?